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sábado, 28 de marzo de 2009

Desarrollo Emocional en la adolescencia

En esta etapa se producen grandes transformaciones psicológicas. La estabilidad emocional del escolar sufre una desintegración, lo que permite una reconstrucción
durante la adolescencia. El desarrollo emocional estará vinculado a la evolución previa que trae el niño y al contexto social y familiar en el que está inserto.

Es esperable en el adolescente una marcada labilidad emocional que se expresa en comportamientos incoherentes e imprevisibles, explosiones afectivas intensas, pero superficiales. El adolescente se caracteriza por tener hiperactividad emocional (en el sentido que la reacción emocional es desproporcionada al estímulo que la provoca) y comportamientos impulsivos. Estas conductas se relacionan con la intensificación de los impulsos sexuales y agresivos propios de la etapa, los cuales generan ansiedad y son difíciles de modular.

Son consideradas como una de las tareas evolutivas importantes de esta etapa el aprender a percibir, modular y controlar la expresión de las emociones e impulsos.

El desarrollo yoico depende en gran parte de esta capacidad de postergación de las gratificaciones inmediatas. En la adolescencia temprana tiende a haber mayor labilidad emocional y descontrol de impulsos, en la adolescencia media es la etapa en la que los sentimientos experimentan su mayor intensidad y en la etapa posterior el adolescente irá experimentando una mayor profundidad y duración de sus sentimientos, así como irá desarrollando la responsabilidad, lo que implica pasar de sentirse "víctima" de las circunstancias a sentir un mayor autocontrol.

La adolescencia es una etapa de separación e individuación. Esto supone la configuración de una identidad propia, la búsqueda del concepto de sí mismo, así como dejar los lazos de dependencia infantil.

La identidad es la experiencia interna de mismidad, de ser nosotros mismos en forma coherente y continua, a pesar de los cambios internos y externos que enfrentamos en nuestras vidas. El self es todo aquello que sabemos, sentimos, vivenciamos y experimentamos como parte de nosotros. Es todo aquello que nos conforma y compone.

En esta etapa se produce lo que se ha denominado Crisis de Identidad, que consiste en la necesidad del adolescente de ser él mismo, de tratar de definir su self y sus objetos y de adquirir algo que lo diferencie del niño y del adulto, para lograr el autoabastecimiento. Es un proceso que comenzó desde el nacimiento del individuo. En esta etapa se reevalúan y se sintetizan todas las identificaciones logradas a lo largo de la historia evolutiva del adolescente. Se reestructuran escalas de valores, ideales, metas y se decide una vocación.

El concepto de sí mismo del adolescente fluctuará entre una enorme sobreestimación, con deseos y fantasías de ser una persona extraordinaria y por otra parte de un intenso menosprecio donde duda de sus aptitudes y habilidades al compararse con otros que toma como modelos a los cuales aspira imitar.

El adolescente intenta progresivamente y en forma oscilante separarse de las figuras parentales, lo cual se expresa en conductas cuestionadoras de los padres, oposicionismo y negativismo. Se desidealizan las figuras de autoridad adultas y el adolescente pareciera que se fija "especialmente" en los defectos, lo que suele ser un proceso difícil de aceptar para los padres. Además, esta rebeldía oposicionista hacia los padres es contradictoria con un verdadero sometimiento a las normas de su grupo de pares a las que el adolescente no se atreve a oponerse. Cabe señalar que no todos los adolescentes desarrollan conductas oposicionistas, muchos logran consolidar una adecuada individuación sin que medien conductas rebeldes o impulsivas, así como también es importante diferenciar estas conductas cuando son propias de un desarrollo normal, de las que corresponden a los trastornos conductuales en la adolescencia.

En el adolescente predomina un fuerte sentimiento de omnipotencia e inmortalidad, lo que junto a la tendencia a actuar los impulsos, los puede llevar a conductas de riesgo donde no se detienen a evaluar las consecuencias.

La etapa de la adolescencia propiamente tal se caracteriza por una gran riqueza y profundidad de la vida emocional. La fantasía y la creatividad están en la cúspide en este período y es frecuente la aparición de aptitudes poéticas, como una forma de sublimar los intensos afectos que se vivencian. Estas aptitudes artísticas tienden a desaparecer al final de la adolescencia. Finalmente, el logro de la identidad significa la interpretación exitosa de la imagen personal y su adecuación en la sociedad.

martes, 24 de marzo de 2009

Desarrollo Psicosexual. Etapa Genital


Durante la adolescencia se produce una transformación, por lo cual la consideramos como un tiempo de cambio, aparece el despertar sexual, pero no el primero. Se llama "secundario" porque ya durante la primera infancia el niño ha atravesado por un prime despertar sexual.

Adolescencia se refiere a hacerse grande, estar en crecimiento, lo cual ha llevado a considerar la adolescencia como la etapa previa a la adultez. Freud no habla de "adolescencia" sino de "pubertad". Y nombra la metamorfosis que se produce con el despertar sexual: la resignificación de la dramática edipica.

En este momento se alcanzan la amplitud para el coito y la capacidad reproductora. Pero la inmadurez psicológica del adolescente hace que este fin no sea logrado tan fácilmente.

La pubertad se presenta entonces como un salto, una irrupción que discontinua los tiempos de la infancia.

Los cambios mas importantes son: la liberación de la autoridad de los padres; el sepultamiento del complejo de Edipo, el encuentro de un objeto de amor en el mundo exterior al familiar y que se accede a la conformidad sexual definitiva.

jueves, 19 de marzo de 2009

Etapa de latencia (6-10 años)

Es una etapa que se emplea en la adquisición de los conocimientos necesarios para la vida. Se olvidan las vivencias sexuales infantiles y este olvido posibilita la escolarización.

A esta edad, pueden aparecer trastornos escolares o dificultades para expandirse socialmente, porque el niño no tiene confianza en si mismo. La causa puede ser de una deficiencia intelectual real; pero generalmente las dificultades obedecen a conflictos emocionales que padecen los niños debido a distintas situaciones, tales como divorcios, duelos, enfermedades y/o peleas que perturban la atmósfera familiar.

La libido que antes estaba depositada en el progenitor del sexo opuesto, ahora esta puesta al servicio de actividades escolares de aprendizaje.

De este modo el niño queda libre para establecer vínculos con grupos de pares, maestros y otras personas.

viernes, 13 de marzo de 2009

Complejo de Edipo


Complejo de Edipo en el varón: Hasta aquí, los niños tienen la creencia de que todos los hombres como mujeres tienen pene.

La angustia de castración, o sea el temor a la pérdida del pene, parte de una falsa interpretación de la realidad, pero el niño no puede escapar a esta angustia ya que el peligro que siente esta motivado en su fantasía. El niño es consciente del malestar, pero lo niega y lo interpreta como provocado por el exterior, y su razón lo obliga a encontrar una causa. La angustia de castración es consciente, y es lo que determina que el niño se aleje de la relación con su madre. Por eso Freud en sus trabajos dice que la diferencia entre el niño y la niña es que el niño sale del complejo de Edipo por la angustia de castración, en cambio la niña entra en el complejo de Edipo por la misma angustia.

Hacia los 3 o 4 años, el niño se comporta en relación con la madre como un adulto, quiere ocupar el lugar del padre. Para el niño, hasta esta etapa, el más importante amor ha sido la madre y sigue siéndolo.

El niño siente deseos agresivos y de muerte hacia el padre y deseos de apropiación hacia la madre. El niño enfrenta al padre, lo subestima, lo cela porque el es su rival frente a su objeto de amor. El niño declina la agresividad hacia el padre para, en efecto, poder identificarse con el. Hay una doble actitud rival: quiere reemplazarlo pero también imitarlo.

Ya que la competencia con el padre despierta la angustia de castración, sino se resuelve de esta forma, puede tener severos trastornos en la sexualidad y personalidad.

La finalización del complejo de Edipo abre al niño comportamientos escolares y lúdicos, y su vida afectiva comienza a dirigirse hacia otras personas fuera de su familia.

Complejo de Edipo en la niña: En la etapa fálica, a los 3 años y medio, la niña descubre que hay unas criaturas poseedoras de un pene que "ella no lo tiene".

Comienza por negar esto que le pasa, se pone celosa pero sabe que en algún momento le crecerá.

Freud describe como esta envidia del pene, acompaña las fantasías masturbatoria de la niña. Este es un periodo donde la niña tiende a exhibirse, se quiere mostrar desnuda, se levanta las polleras, etc. Esta es la reacción normal de la niña frente a la angustia de castración.

La niña descubre entonces que debe renunciar para siempre con la idea de tener un pene ya que su madre no lo ha tenido nunca.

El interés de la niña se desplaza hacia el cuerpo o el rostro y empieza a adornarse, a peinarse, a ponerse collares y flores en el pelo; esto parece ser una compensación por aquello a lo que ha tenido que renunciar.

Comienza a tratar de conquistar al padre. Se dirige hacia el, a quien considera superior y atractivo para su madre. La niña se vuelca cada día más hacia su padre, declarando abiertamente su deseo de tenerlo como marido, es donde empieza a tener fantasías agresivas en donde mata a la madre y se queda con el padre.

Si el padre no la alienta y no la estimula en esta fantasía, le impone una ley donde ella progresivamente debe renunciar a sus deseos.

En la adolescencia es cuando pueden anunciarse restos de conflicto edípico; el padre, sino esta celoso, estimula a la adolescente para que trabe relaciones con los otros chicos, con lo cual podrá pasar de su padre como objeto de amor, a un sustituto en el mundo exterior.

martes, 10 de marzo de 2009

Etapas del desarrollo de la líbido


En psicoanálisis se distinguen diferentes etapas del desarrollo de la libido:

Etapa oral:Desde el nacimiento hasta el destete. El niño poco a poco se va identificando con su madre; si ella sonríe el también, si ella habla el balbucea, etc. Durante la dentición el sufrimiento es calmado al morder. El mordisco es su manifestación agresiva y su impedimento o no tendrá importancia en el desarrollo de su agresividad. Por eso el destete debe comenzar antes de este periodo para que el bebe pueda chupar y morder no solo objetos sino comida sólida, sin provocar prohibiciones.

Fase oral: El bebe se encuentra en un estado de desamparo total y esto hace que dependa de su madre, a través del llanto el recién nacido pedirá para obtener la satisfacción de sus necesidades. Ejemplo: cuando llora le responden con un biberón, así a través de la satisfacción de sus necesidades se construye un vinculo con su mama, el cual será de gran importancia para su desarrollo.

El juego en esta etapa es una actividad que proporciona placer autoerótico porque se lleva al cabo en el propio cuerpo. Por lo general esta relacionado con la alimentación. Poco a poco al separarse de su madre el niño comienza a transferirle las propiedades de su cuerpo a "objetos transicionales" (un pañal, una sabanita, un oso de peluche, etc.) ya que permiten crear un espacio intermedio entre el bebe y la mama. Estos objetos son acariciados y maltratados (libido y agresión) para expresar su ambivalencia afectiva.

Etapa anal: En esta etapa el niño descubre junto con el control del esfínter el poder que esto le trae, dar o no dar según quiera. Se adueña de su cuerpo el decide si quiere ir o no ir al baño. Su independencia comienza a tomar forma.
La expulsión de los excrementos produce emociones contradictorias en el niño, por un lado intenta recompensar a la madre con ellos y por el otro, cuando se constipa expresa el desacuerdo o la negación a someterse a la negación de los deseos de la madre.

El niño siente placer cuando es higienizado por su madre, esto es una de las dificultades que el niño sufre al pasar a esta etapa, al no tener esa satisfacción el niño se niega a controlar el esfínter y esto dificulta aun más el desarrollo.
Por otro lado el niño al descubrir este poder de manejo de su cuerpo se siente grande, mayor e importante como algún hermanito o amiguito mayor que ya aprendió a hacerlo, y si es alagado, felicitado y hasta recompensado por ello la satisfacción de haber superado esta etapa es aun mayor que la satisfacción al ser higienizado por su madre.

El control del esfínter requiere dos renuncias: por un lado debe renunciar a jugar con sus propios excrementos y por otro debe renunciar a hacer sus necesidades en cualquier sitio y horario.

El niño trata de imitar al adulto en sus gestos, en sus conductas y en sus palabras.
En esta edad el niño comienza a jugar con agua, con arena y con barro. En esta etapa comienza a desplazarse solo y a adueñarse de los movimientos de su cuerpo, sabiendo que quiere o no hacer. En esta etapa la ambivalencia es la base de la conducta, en la que aparece la tendencia al amor y al odio hacia el objeto de amor. El pensamiento funciona como un esquema de opuestos.

Toda mujer es una mamá, buena o mala, grande o pequeña; allí empiezan las comparaciones. Los objetos que se oponen a su voluntad son malos y el les pega.
Las reacciones agresivas deben ser desplazadas a los muñecos, los animales o a otros objetos que remplacen a los padres. En este momento el niño toma esta realidad afectiva como objetiva, tan solo registra las repercusiones agradables o desagradables que tiene su propia existencia.

Fase anal: Esta fase se inicia por el avance de maduración. En esta fase la "caca" para el niño adquiere un importante valor, ya que le otorga un carácter de "regalo" que entrega como signo de amor a su madre. Pero también cobra una carga agresiva, constituyendo un elemento a través del cual se descargan las desilusiones y frustraciones con los objetos amados. En esta etapa cobra importancia la ambivalencia afectiva: amor-odio.

El juego en esta fase es donde el niño le da un enorme placer por la suciedad y el desorden, así como por el dominio y la destrucción, que están relacionados con la zona corporal dominante y la actividad que se despliega el niño en esta etapa.
En este juego se utilizan varios objetos como por ejemplo: juguetes para llenar-vaciar, que puedan rodar (a partir de los cuales el niño experimenta un gran placer), etc.

Etapa fálica:Esta etapa dura entre los 4 y 6 años; la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo.

Los bebes tienen juegos eróticos manuales y generalmente esta actividad que ellos realizan cesa por si misma y vuelve a aparecer a los 3 años. Descubren la diferencia de los sexos.

Los padres le imponen una renuncia al interés que tienen por tocarse en nombre de la estética y la moral; y el niño se adapta a dicha imposición a fin de retener el amor paternal. Cuando lo logra, se vuelve a centrar en su interés por los genitales.
Los niños de esta edad empiezan con los "porque". Cuando los adultos responden las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro.

Entre los 4 y 5 años aparecen otros tipos de preguntas como el de: ¿Cuál es la diferencia entre un niño y una niña? Los padres intentan explicar que la niña no tiene pene. El niño trata de negarlo pensando que tienen uno más pequeño o que le va a crecer. Sin embargo, piensa de que la madre también tiene pene, pues al niño le resulta imposible creer que la madre carezca de el.

A medida que el niño crece, la madre ya va dejando de ocuparse de el en forma exclusiva.

El niño necesita menos compañía, juega más con sus juguetes y su voz. La observación de la actividad de la madre y la reflexión sobre sus palabras lo conducen a adquirir dos nociones importantes. Aparece el "obedecer" o el portarse bien con la promesa de que si se porta bien recibirá tal cosa. Lo niños no temen perder el amor de sus padres, porque lo tuvieron o porque no lo tuvieron incondicionalmente, tienen problemas de conducta.

El niño descubre la muerte en esta etapa; al observar a los animales, pregunta acerca de las causas de su muerte que el atribuye a la vejez. "Matar es inmovilizar" ese es el sentido que al principio cobra la muerte para el niño.

El niño o la niña descubren que no son el único amor de la madre, que pueden ser abandonados por otros intereses de ella: su padre y sus hermanos se transforman en sus rivales.

En el estadio anal, la niña se interesa por cambiar y bañar a las muñecas y por lavar trapos. El niño juega más con piedras, con autos, con trenes.

Ella empieza a preocupar por su arreglo personal, le saca los cosméticos a la madre, se pone sus vestidos, le gusta usar carteras, es decir le gusta identificarse con la madre imitando sus acciones, sus gestos y sus palabras.

El niño se entrega a juegos más agresivos, juega con bastones, con palos, los transforma en fusiles o en revólveres y se complace en dar miedo y ordenar. Cuando puede, se pone la ropa del padre.

Hacia los 4 años y medio, el varón juega a golpear y matar a su padre en la lucha emocional con el y trata de acaparar toda la ternura de la madre; le promete casarse con ella y tener hijos: entra en el periodo de complejo de Edipo.

La niña vive un periodo similar, hacia los 3 años y medio: se comporta de manera seductora con el padre, se muestra coqueta y afectuosa, centra su interés en el. Se muestra celosa de el y trata de acaparar toda su atención y su afecto.

Pero para el niño y la niña la pareja de los padres en esta etapa resulta una frustración, y muchas veces los progenitores los mandan a jugar para poder quedar solos en su intimidad y el niño se siente impotente y celoso.

Si el niño asiste a las relaciones sexuales entre los padres, sea porque los sorprende, las imagina como una especie de batalla violenta. A esto se les denomina "escena primaria" (coito entre los padres).

Las nuevas teorías psicológicas sobre la sexualidad femenina ponen el énfasis en la revalorizacion del rol femenino: la mujer no se dirigía al padre porque la madre no tiene pene sino para comprobar si el esta tan orgulloso de ella, porque es tan femenina como la madre.

lunes, 9 de marzo de 2009

Desarrollo Psicosexual (2-5 años)


De los dos años a los tres años de vida: Se agudiza la formación del "yo". Progresivamente aparece el "mío". El niño repite a veces inoportunamente algunos gestos. Los signos afectivos se hacen más convencionales, descubren las diferencias entre los hombres y mujeres, observarán que los varones tienen pene y las mujeres tienen vagina, tendrán mucha curiosidad, les llamará la atención por ejemplo el hecho que los varones orinen de pie y las mujeres lo hagan sentadas, se darán cuenta que existen diferencias entre sus cuerpos y el cuerpo de los adultos.

De los tres a cuatro años: Después de los 3 años se manifiesta la curiosidad por las partes corporales y paralelamente, como una expresión bastante elaborada de la curiosidad, comienzan a aparecer los llamados "juegos sexuales", al doctor, a la mamá, etc.

De los cuatro a cinco años: Comienzan las teorías infantiles acerca del origen de los niños. Estas teorías se van haciendo cada vez más realistas, pero siempre ingenuas y fantasiosas. Esto depende del grado de información que tenga el niño, de la presencia de hermano y hermanas, de las conductas y actitudes de los padres, etc.

En esta etapa, la niña y el niño descubren sus órganos sexuales, a causa de la excitación de la micción y por los tocamientos repetidos que tienen lugar durante el aseo. Los niños de esta edad empiezan con los "porque". Cuando los adultos responden las preguntas sexuales, el niño percibe lo prohibido. El papel de las relaciones sexuales entre los padres todavía les resulta oscuro. Aparecen otros tipos de preguntas acerca de la diferencia entre un niño y una niña.

Las manifestaciones de la sexualidad infantil no son pensadas sino naturales y espontáneas. Por tanto actuar con naturalidad frente a la expresión de la sexualidad del niño es una actitud favorable que propicia la salud mental del niño, estimula la expresión de sus sentimientos y emociones.

El Desarrollo Psicosexual, también lo podremos explicar de acuerdo a las distintas etapas de evolución en las que se producen cambios, en el mismo y sus relaciones con los demás. Estas son denominadas etapas de evolución de la libido; la libido es la energía que corresponde a la sexualidad.

En estas etapas el individuo busca distintas formas de satisfacción de la sexualidad y de las fantasías.

Freud describió las etapas y las zonas donde se centra el placer en cada momento del desarrollo. Estas etapas nos permiten comprender las características de la personalidad y el comportamiento.

Por ejemplo, cuando el bebe es bañado, cuando se apega al pecho, biberón o el chupón por el mero placer que le provoca las succión y el contacto. Estas sensaciones visuales y tactiles son los primero objetos de amor para el.

viernes, 6 de marzo de 2009

Desarrollo Psicosexual (nacimiento-2 años)


1.Desde el nacimiento hasta los seis meses de edad:

Ya desde el nacimiento las glándulas sexuales en el bebé funcionan y sus órganos sexuales ya están desarrollados y es común ver en los recién nacidos erecciones, así como también es común que el bebé tenga sensaciones de placer (alimentación, baño).

En el momento del nacimiento, el primer objeto de satisfacción es el seno de la madre que le alimenta y reconforta. Es la boca la primera zona de su cuerpo que le proporciona este placer (a través del seno, la tetina del biberón, el chupete, la succión en su conjunto). Satisfaciendo estos deseos de alimento, de respiración, el bebé recoge sus primeras impresiones sobre el mundo y el lugar que ocupa. Si la madre le coge tiernamente cuando le da el pecho, el niño vivirá este período oral en un clima de felicidad y confianza.

A los 6 meses, va siendo capaz de sentir un amor muy emocional con sentimientos de rivalidad y de posesión (específicamente por la madre). Sus comportamientos se centran en su propio cuerpo, repiten comportamientos placenteros que primero se presentan al azar.

2.De los seis meses al año de vida: Una fase caracterizada por el mordisqueo de objetos (debido al crecimiento de los dientes), el primero de los cuales es el seno materno, complementando la simple succión del estadio anterior.

La zona erógena de esta etapa (zona de placer) es la boca y el aparato digestivo. Se obtiene placer a través de la comida.

A los nueve meses el registro emocional se enriquece, aparece la cólera, la ternura y un interés nuevo por el padre.

3.Del primer año de vida a los dos años:

El niño comienza a interesarse por los otros niños pero no se trata más que de relaciones paralelas. En esta etapa los niños experimentan sensaciones placenteras al retener y evacuar la orina y los excrementos, así como en observar y tocar sus genitales y deposiciones. Todo esto constituye la forma en que los niños van aprendiendo a reconocer su cuerpo, sus necesidades y sensaciones de placer.

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