Vigorexia

Por: Lic.Gloria Caballero

Ya que estamos recorriendo estos temas hablaremos de la vigorexia, no es un trastorno necesariamente alimenticio pero si es un trastorno mental que se caracteriza por una preocupación obsesiva por la figura y una distorsión del esquema corporal, puntos de concordancia con la anorexia, la bulimia y la ebriorexia.

Los síntomas más frecuentes de este trastorno los puedes ver en cualquier gimnasio de tu colonia: aquel o aquella que se mira constantemente en el espejo y que a pesar que, están hechos unos toros de lidia se perciben flacos o enclenques, invierten horas enteras en hacer deporte y así aumentar la musculatura, se pesan varias veces al día y se comparan constantemente con otras personas que hacen fisicoculturismo.

Siguen dietas bajas en grasas y ricas en hidratos de carbono y proteínas y muchos de ellos abusan de sustancias como hormonas y anabolizantes esteroides. Estas personas están convencidos dentro de su cuadro de obsesión-compulsión que se sienta fracasado y pase días enteros dentro del gimnasio abandonando por completo todas sus actividades.

Este tipo de trastorno es más frecuente en el sexo masculino, sin embargo, también hay sus honrosas representantes femeninas.

Los principales desencadenantes de este tipo de trastorno es de tipo cultural y social. El culto al cuerpo, las constantes afirmaciones que hace la sociedad por los hombres y mujeres que tienen cuerpos esculturales y que ponen como modelo a seguir de tantos jóvenes que llegan a admirarlos. Son ellos el parámetro para "el éxito en el amor, en el trabajo y en las relaciones". A esto agreguemos una baja autoestima y de autoconcepto.

Las consecuencias de sufrir vigorexia son muchas, tantas como los que sufren de trastornos alimentarios, enumeremos algunas de ellas:

La desproporcion entre las partes corporales son muy frecuentes, por ejemplo, un cuerpo muy voluminoso con respecto a la cabeza.

La sobrecarga de peso en el gimnasio repercute negativamente en los huesos, tendones, músculos y las articulaciones, sobre todo de los miembros inferiores, con desgarros y esguinces.

La alimentación es otro problema muy frecuente e importante, ya que consumen muchas proteínas e hidratos de carbono y poca cantidad de grasa en un intento de favorecer el aumento de la masa muscular. Ocasionándoles muchos trastornos metabólicos.

El uso de anabólicos es también otra consecuencia que se asocia a la vigorexia, en un intento de mejorar el rendimiento físico e incrementar el volumen de sus músculos. Con el uso de estas sustancias no se obtiene ningún beneficio, sino todo lo contrario, ya que producen muchos trastornos en el organismo como masculinización e irregularidades del ciclo menstrual en las mujeres, acné, problemas cardíacos, atrofia testicular, disminución de la formación de espermatozoides y retención de líquidos,entre otros.Es importante tener en cuenta que estas drogas no aumentan la fuerza muscular, la agilidad ni la resistencia.

En el plano psicológico y emocional:

Los vigoréxicos sufren una distorsión de su esquema corporal que les hace percibir su cuerpo siempre pequeño, y les empuja a aumentar más y más su tamaño muscular. De igual forma es detonante de depresión y ansiedad.

El perfil de estos pacientes los define como personas poco maduras, introvertidas, con problemas de integración y seguridad, y baja autoestima, que piensan que tienen poco atractivo ante el sexo opuesto debido a su aspecto físico.

El afán de superación,necesidad de romper barreras y establecer nuevos límites, el ideal personal de belleza física, el deseo de un cuerpo fuera de lo normal, la imperiosa necesidad de despertar deseo o envidia.

Son víctimas de los medios de comunicación que difunden el modelo de hombre fuerte y atlético como prototipo de salud y éxito, lo cual puede causar una obsesión por el culto al cuerpo y una frustración en adolescentes cuya complexión no se adapte a éstas condiciones.

La terapia psicológica es fundamental en estos casos, la modificación de la conducta deberá estar encaminada a poner freno a la escalada del entrenamiento físico y a una buena autoimagen y autoestima.